Día Mundial contra el cáncer

A veces me gustaría pensar que el cáncer es un error de la naturaleza. Y que las únicas enfermedades que deberían afectar a las personas jóvenes y niños tendrían que ser gripes, resfriados o, como mucho, alguna lesión muscular o rotura ósea. Pero la realidad se empeña en desmentirlo. Si ya resulta duro que un cáncer pueda afectar a un adulto, si el enfermo es alguien de tu entorno con más futuro que pasado, aún resulta más inasumible. Como optimista irredenta, sólo cabe confiar que la enfermedad sea un paréntesis temporal, una prueba de la fortaleza moral del enfermo y su entorno que les pone el destino, pero que una vez superada les permitirá volver a su vida.
Así que, en este día, muchos ánimos para enfermos, sus familias y amigos.