12 de julio de 2007

A vueltas con la tecnofobia femenina

Hacía tiempo que no leía un artículo que me enervara de esa manera que sólo los/as articulistas tópicos y típicos son capaces de conseguir. Porque, claro está, el único producto electrónico que saben dominar las mujeres es el horno y, como mucho, el microondas... Programar el vídeo o utilizar un ordenador están fuera de su alcance. Pero, vamos, pensaba que estos tópicos habían sido desterrados. Porque si bien hoy en CiberPaís informan que "más del 40% de la audiencia española en Internet ya es femenina, según EGM", unas páginas más adelante, en el suplemento que extrae y traduce noticias de The New York Times se leen perlas como éstas: "(la entrevistada) cayó en la cuenta de que ahora varios fabricantes 'crean bolsas realmente bonitas para llevar el portátil'". Ni el anuncio de Mediama... lo hubiera reflejado mejor. Para qué preocuparse de las prestaciones de un equipo si dispone de una amplia variedad de "bolsas bonitas".

A la consejera delegada que protagoniza el artículo le diría que un manual de instrucciones no es un "rompecabezas", aunque algunos estén tan mal redactados que casi lo parecería. Y al redactor le diría que nunca escogería un determinado modelo de agenda electrónica portátil con mayor espacio entre las teclas porque "se acomoda mejor a las uñas largas que tienden a llevar las mujeres"... (sic).

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hay una creencia general de que la tecnología es cosa de hombres, y esto es un hecho bastante innegable.

A partir de aquí, si se están planteando el uso de bolsas bonitas, estoy convencido de que es porque el mercado las demanda, y creeme, los señores/hombres, nos importa bastante poco de que color sean las bolsas sino lo que contiene. En el caso de las mujeres, juraría que si pueden escoger, valoran más la estética en estos casos.

Anónimo dijo...

Eso es como decir que la cocina es cosa de mujeres, porque son ellas las que tradicionalmente cocinan. Y bien que hay grandes chefs que son hombres. Si de bien pequeñitos se educa a los niños/as para que desarrollen sus capacidades, sin predestinarlos a que tú, como niña, a jugar con muñecas, y tú, como niño, a videojuegos, nos sorprenderíamos de cuantos tópicos y prejuicios no tienen que ver con las habilidades de unos y otras sino que son cuestión cultural.

Conozco unos cuantos hombres a los que sí que les importa la estética aunque, como personas inteligentes que son, y cosa que el artículo comentado no presuponía de las mujeres, aprecian mucho más la funcionalidad.