23 de septiembre de 2006

Los peritos que vieron CSI

Las teorías de la conspiración siempre han tenido sus adeptos. Pero de aquí a que pasen a ser portada de diarios y de debate político... El Mundo publicaba este jueves: "Interior falsificó un informe que planteaba vínculos entre ETA y el 11-M antes de enviárselo a Del Olmo". Falsificar. Falsear o adulterar algo, según lo define la Real Academia. Una grave acusación. Pero tras el impactante titular se esconde una realidad bastante menos ídem: el supuesto vínculo entre ambos es que tanto en el domicilio de uno de los responsables del 11-M como en un piso de ETA en Salamanca se localizó ácido bórico. Ni nitroglicerina, ni explosivos... simplemente ácido bórico. Una sustancia química con propiedades antisépticas, antimicóticas y antivirales leves, que puede comprarse en cualquier droguería. No extraña, pues, que las especulaciones que esta coincidencia motivara no aparecieran en un informe oficial.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

La cuestión no es tanto si el ácido bórico es para matar cucarachas o hacerse liposucciones. El quid está en que se cepillaron el comentario violando todos los protocolos, este es el delito.

Que ETA esté o no esté o algunos les gustaría que si y a otros que no. Pues la verdad, ni idea y creo que aunque fuera cierto, nunca se podría demostrar, así que son discusiones más de bar que de juzgados.

Anónimo dijo...

Varias veces estuve tentada de actualizar el post sobre el ácido bórico, porque el tema se las trae... que si en el informe final no aparecía el ácido bórico, que si el informe previo había sido creado después del informe final... Total, que no hay quién se aclare. Así que servidora se abstiene. Una lástima, por eso, que esté todo tan politizado y nadie sea capaz de ofrecer una visión objetiva y neutra de qué ocurrió (con el "nadie" me refiero a ningún medio de comunicación).